CONFIRMACIONES19 (testimonios)


 



Mi nombre es GEMA soy de Madrid y tengo 25 años.

Soy la pequeña de 4 hermanos, mis padres siempre nos han educado en la fe católica, especialmente mi madre, desde bien pequeña me inculcó lo importante que es tener al señor en mi corazón, todas las tardes después de hacer los deberes la ayudábamos a rezar el rosario, los días que no teníamos extraescolares la acompañaba a residencias de mayores para hacerles compañía y rezar el rosario con ellos.

De pequeña me encantaba el momento de irme a la cama pues después de arroparme mi madre se sentaba en mi cama y rezábamos el Jesusito de mi vida y las cuatro esquinitas tiene mi cama.

Por decisión propia con 8 años me apunte al coro de la iglesia, me bautice como hija de María (en mi pueblo cuando eres pequeña en el mes de mayo vas a rezar y a cantar a la virgen por el mes de las flores, pasado el mes hacen una misa donde te bautizan como hija de María y te dan una medalla, y a partir de ese momento eres quien guía el rosario en la parroquia), cuando hice la comunión me apunte a las clases de postcomunión y lo alternaba con los ensayos del coro, y cuando tuve la edad oportuna me apunte a catequesis para confirmarme que después de varios meses tuve que dejar a medias y siempre ha sido algo de lo que me he arrepentido hasta el día de hoy.

Abandoné por completo la religión en aquel momento por motivos familiares en los que no entendía muchas cosas e incluso me rebelé, todos estos años mi madre ha intentado ayudarme a ver de distinta forma la vida.

Me caso en Julio de este año y también dudé si casarme por lo civil o por la iglesia, y decidí volver a la iglesia donde tantas horas pase y donde tengo que reconocer pase momentos muy felices, mi párroco al verme se llevó una gran alegría y después de hablar con él, decidimos que fuese por la iglesia, hicimos los cursos prematrimoniales y volví a sentirme llena y feliz, fue entonces cuando decidí que me tenía que confirmar.

Llegué a Zaragoza y como actualmente no trabajo supe que era el mejor momento para acabar lo que en aquel tiempo deje atrás y volver a abrir mi corazón a Jesús.

Gracias a…. y por supuesto a mi madre, he vuelto a creer y a comprender todo aquello que me alejaba.

Hoy como persona adulta digo claramente «sí quiero» a Jesús en mi vida y quiero seguir avanzando en la fe cristiana


ME LLAMO JESÚS CHIQUITO.

Soy de Ecuador y hace varios meses empecé a prepararme para el sacramento de la CONFIRMACIÓN en la PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA.

Junto con mi pareja decidimos dar este paso tan importante ya que es uno de los caminos que nos acercará más a DIOS. Al principio pensaba que lo que me motivaba hacer este sacramento era por conseguir el certificado de haber cursado la CONFIRMACIóN que es uno de los documentos que piden en mi país para poder conseguir el sacramento del MATRIMONIO.

Pero a lo largo de estos meses que he estado asistiendo a la catequesis junto a varios compañeros de varias nacionalidades me di cuenta que a lo largo de toda mi vida estuve muy alejado de la fe cristiana, muchas veces acudia a la iglesia para recibir la eucaristía y sentía que algo faltaba en mí y era el acercamiento que hoy siento hacia la comunidad cristiana, animado por el que nos dio la oportunidad de prepararnos para la CONFIRMACIóN siendo él quien nos enseñó diferentes maneras de conocer a DIOS.

Hoy doy gracias a DIOS por haberme recibido con todo su amor y hacerme partícipe en las Eucaristías, gracias a la parroquia, a mis compañeros con los cuales compartí muchas experiencias a lo largo de este curso.

Soy feliz porque he conseguido celebrar un sacramento muy importante que lo recordaré siempre.

Me confirmo el dia 5 de mayo y con orgullo puedo decir que a pesar de tener 42 años conseguí hacer mi CONFIRMACION ya que llegué a comprender que nunca es tarde para conseguir lo que deseas, y espero que esto no termine aquí me gustaría seguir compartiendo mi fe con futuros catecúmenos un dia no muy lejano.

GRACIAS, DIOS, POR TU GRACIA Y POR DEJARME ENTRAR EN TU GLORIA.


ME LLAMO AMARILIS ZAMBRANO y con mucho amor y fe me preparo para recibir la CONFIRMACIÓN con mi pareja y un excelente grupo de personas de muchas nacionalidades.

Todo empezó hace 7 meses. La verdad es que yo estaba alejada de la Iglesia y al saber que aún siendo mayor se podía recibir este sacramento empece mi camino de acercarme más a DIOS.

Le pregunté al PADRE de la PARROQUIA CORAZóN DE MARÍA que si la podia hacer la preparación y me dijo que sí, entonces desde ese dia estoy lista para todas las reuniones y no quiero que llegue a su fin.

Sin más quería dar las gracias de todo corazón al que nos dio el mejor mensaje de JESUS y nos enseñó a conocer el REiNO DE DIOS.


Mi testimonio trata de muchos años atrás, desde el momento que aparté mi vida de Dios.

Uno, cuando es pequeño, cree mucho en él, porque te hablan de lo maravilloso que es. Pero, a medida que vas creciendo, te vas alejando cada día más de Él y te gustan más las cosas de la tierra.

Yo siempre creí que la felicidad era tener las mejores cosas y disfrutar de las personas que me querían y me consentían.

Estas personas las fui perdiendo una a una y ese dolor que sentía me lo fui tragando y lo guardo cada vez más y más.

No sé cómo explicar el gran dolor que guardo en mi alma cuando mi abuela murió y nos dejó.

En esos momentos tú preguntas a Dios por qué te quita a las personas que más quieres. Muchas veces nos alejamos de Él porque creemos que es injusto, pero la verdad es que ellos están en un lugar mejor.

Yo sé que esas personas cuidaron, cuidan y cuidarán siempre de mí. Yo siento cómo ellos son mis ángeles protectores.

Los consejos que en su día me dieron hacen que sean referentes en mi vida y gracias a ellos ha crecido mi confianza en Dios.

Por fin he regresado al camino y trato de hacer las cosas lo mejor que puedo.

Me confirmo porque he entendido que Dios es importante en mi vida y en la vida de mi familia… Juntos trataremos de sentir de cerca a Jesús que camina a nuestro lado cada día.


Todo comenzó un día en el que mi novio me dijo: He pensado que ya es hora de formalizar nuestro amor. He hablado con el sacerdote para que hagamos la confirmación.

Estás seguro, le dije, y él me contestó que sí.

Así comenzamos a dar los pasos necesarios para preparar nuestra confirmación; con dudas, al principio, por mi miedo e inseguridad.

A medida que ha pasado el tiempo me fue gustando, aunque he tenido muchos sentimientos encontrados. Pero sé que ha sido la mejor decisión. Saber que, a pesar de todo, (yo soy un poco difícil en mi forma de pensar) podemos tener la fe y la certeza de que Dios siempre estará en nuestras vidas.

Cuando tomamos la decisión de que nuestro hijo se preparara para la Primera Comunión, me acuerdo que les dije que conmigo no contaran para eso.

Pero ahora, que ha pasado el tiempo, me hace una gran ilusión compartir con nuestro hijo esta nueva etapa en su vida, y también me hace mucha ilusión hacer la confirmación con mi novio para fortalecernos más en la fe en Dios y tener la oportunidad de conocer en el grupo personas maravillosas que nos han ayudado con sus consejos y dándonos ánimos.

Nos sentimos felices y contentos de dar este nuevo paso y pedirle a Dios que nos siga guiando para seguir adelante, a pesar de las dificultades.


Quiero dar gracias a Dios primeramente.
Me siento feliz por haber podido celebrar uno de los sacramentos que el Señor ha mandado en su palabra.

En mi caso esta linda aventura comenzó al revés, porque quien me enseñó y me ayudó a tomar la mejor decisión de prepararme para la confirmación fue mi hija. Ella llevaba un tiempo en catequesis preparándose para su comunión y compartió conmigo su alegría y enseñanzas recibidas en catequesis. Eso me motivó a mí a buscar al Selor.

Ahora que ya estamos terminando estoy con sentimientos encontrados. Feliz porque estoy haciendo lo que el Señor me ha mandado en su palabra y triste por dejar a gente maravillosa con la que me he encontrado y compartido momentos inolvidables.

Esperamos seguir, como dicen: esto solo es el comienzo del camino del Señor.

Agradecer a los catequistas por su ayuda y dedicación, por sus enseñanzas y por mostrarnos qué grande es el amor de Dios y su palabra, por quitarnos dudas que podíamos tener en nuestra vida.

Invito a todas aquellas personas que no han recibido los sacramentos a que se animen. No importa la edad, lo importeante es buscar a Dios, que para el Señor todos somos iguales y Él no deja a sus hijos. Siempre estará con nosotros.

Laura Maricela


Hola, mi nombre es Fabiola. Estoy muy alegre porque recibiré la fuerza del Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación.

Todo comenzó por un familiar que primero animó a mi hijo para que se preparase para Primera Comunión y luego me invitó a mí a participar en un grupo de Iniciación Cristiana de Adultos de la Parroquia en el que se estaba preparando para recibir la Confirmación.

Estoy muy agradecida con ella porque si no me hubiera animado creo que nunca lo hubiera hecho. El conocer más a Dios es algo maravilloso.

Cada sábado nos reunimos un grupo de adultos, con ellos he aprendido a ser mejor persona, a tener en cuenta a los otros y estar dispuesto a ayudarlos, a saber que si tienes un problema Dios está ahí, tener esos momentos de oración en grupo.

Espero que después de la Celebración de la Confirmación esto continúe, me gustaría seguir conociendo más de Dios.

Le doy gracias a mi catequista por habernos enseñado mucho y por guiarnos en el camino de la fe, y espero que no se canse de enseñar a más personas para que puedan recibir el sacramento.

También, gracias a los compañeros del grupo, espero que sigamos haciendo actividades y que esto no se termine aquí.

Les deseo lo mejor y que Dios les bendiga.

Fabiola


Siguiendo las indicaciones de la vida, vinimos directos a donde el destino parecía que nos llamaba desde hace tiempo. Todas las señales indicaban que estábamos en el sitio correcto y en el momento adecuado, sintiéndonos guiados por quien siempre ha guiado. Durante meses hemos venido los sábados a la parroquia donde nos vamos a casar y donde comienza en firme, y con buenos cimientos, el camino de nuestra familia y nuestro hogar, que con trabajo y cariño queremos construir. Venimos aprendiendo mucho y éste es sólo un comienzo, pero ya tenemos razones más que suficientes para decir:Gracias, a todos los que lo han hecho posible, Ahora y Siempre.

Sebas y Clara


Me llamo Perla Fátima Vásquez Vásquez. Soy de Bolivia. Este 5 de mayo gozaré de la presencia del Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación.

Desde que yo recuerdo, siempre he sabido de DIOS gracias a mi abuela Teonila que fue la que me enseñó a ir por el camino de Jesús. De pequeña iba todos los domingos a misa y siempre me gustaba leer las lecturas del evangelio.

Cuando tenía 14 años me leí todo el Antiguo Testamento y al ir leyendo cada libro me interesaba más y más saber de los que servían a Dios. Cuando tenía 17 años fui presidenta del grupo de jóvenes de la iglesia de mi pueblo. A los 18 fui a la capital a un encuentro juvenil de católicos, fue una experiencia inolvidable compartir conocimientos de Dios con los demás jóvenes. Con 19 años volví a ser presidenta de los jóvenes de mi iglesia, hasta que después me vine a España; ya no tenía una biblia en mano pero seguía rezando a Dios en las noches.

No conocía iglesias ni parroquias porque estaba recién llegada. A los 7 meses de mi estancia en España mi vida se derrumbó cuando Dios se llevó a una de las personas más importantes de mi vida y fue cuando renegué de ÉL. No entendía por qué se la había llevado. Estuve meses enojada con Dios y en las noches, en llantos, le preguntaba, ¿qué he hecho mal para que me hayas dado este golpe tan fuerte? Le decía que no seguiría más su camino. Y así fue como me alejé de Dios.

Hasta que después de un año de estar alejada, mi hermana la pequeña de 9 años tenía que recibir su Comunión y fue cuando mi madre me mandó a buscar una parroquia cercana a casa para inscribir a mi hermana en los grupos de catequesis.

Conocí a un sacerdote y nos dijo que necesitaba catequistas, pero yo por mis estudios no podía. Fue mi hermana Carla la que se ofreció para ser catequista y de ver cómo ella dedicaba su tiempo de catequista, lo feliz que la veía cada día, y que iba conociendo más a Jesús, algo que a ella antes no se interesaba tanto en la vida, me dije a mí misma: yo también quiero volver a intentarlo.

Desde entonces sentí que Jesús estaba en el fondo de mi corazón, pero que yo misma no lo quería aceptar y que era yo la que no quería decirle que nunca mi fe se desvaneció. Fue entonces cuando volví a amar más y más a JESÚS y le pedí perdón por haber renegado de ÉL.

La verdad es que, a pesar de todo, yo nunca dudé de su poder y sé que cuando yo lo necesito siempre está a mi lado y me guía por el buen camino para así llegar a su Padre, porque siento que él me ama y que nunca volvería a enfadarme con ÉL.

Así mi FE fue creciendo y creciendo como antes lo hacía.

Mis hermanas se confirmaron, yo quiero confirmarme este año también.
La asistencia, los sábados, a las reuniones para compartir conocimientos de Jesús con mis compañeros han sido momentos agradables.

Gracias de todo corazón a todos por estos 5 meses que hemos pasado juntos. Espero que esto no se acabe aquí, que seguiremos estando juntos en más actividades, les deseo lo mejor.

Y que Dios siempre nos acompañe.

Perla Fátima.

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