«LA IGLESIA EN ESTADO DE EVANGALIZACIÓN»
Exhortación Apostólica del papa Francisco
Horario: Lunes, 7 de la tarde, a partir del día 22 de septiembre
Director del curso: – Jorge Manuel Ayala
«LA IGLESIA EN ESTADO DE EVANGELIZACIÓN»
Exhortación Apostólica del papa Francisco
Introducción:
Se ha hablado tanto de la nueva evangelización durante estos últimos años, que se ha olvidado que es una expresión redundante. La evangelización siempre es nueva o no es evangelización. Sin duda, hay que encontrar nuevas formas y no seguir haciendo lo que siempre se ha hecho, pero deben brotar del Evangelio.
Lo que el papa quiere es que la Iglesia no se esté de brazos cruzados esperando a que las personas vengan a ella, sino que ella debe ir al encuentro de las personas.
Ante todo al encuentro de aquellos que no han oído hablar de Cristo… Pero también de aquellos cristianos que han dejado de serlo en la práctica… E incluso de los cristianos practicantes.
La cultura que nos envuelve hoy día ya no es una cultura cristiana, y nuestro lenguaje y estilo de vida es muchas veces ininteligible y bloquea el acceso a Cristo y al Evangelio. Por eso la Iglesia tiene que salir de sus situaciones cómodas, de sus reductos protegidos. Como otras veces ha insistido, la Iglesia no está en función de sí misma, sino al servicio del mundo.
Temario: Durante el presente curso nos centraremos en cuatro aspectos de la Exhortación Apostólica “La Alegría del Evangelio”
1º El papa Benedicto y el papa Francisco: -Dos maneras de ver a la Iglesia en el mundo actual -Dos propuestas de evangelización -Dos estilos de gobernar
2º La “alegría” que se renueva y se comunica -¿Nueva evangelización?
– ¿Qué significa evangelización?
– El contexto de la nueva evangelización
3º La transformación misionera de la Iglesia -Una Iglesia en salida
– Poner todo en clave misionera
4º La dimensión social de la Iglesia:
– La evangelización abarca a toda la persona, incluidas sus relaciones familiares, religiosas y sociales.
– La inclusión social de los pobres.
Método: Puesto que todos los cristianos somos misioneros por nuestro bautismo, no podemos contentarnos con escuchar en silencio. Es necesario participar en lo que a todos nos afecta: cómo nos evangelizamos a nosotros mismos a la vez que evangelizamos a los demás.