SEMANA AL CORAZÓN DE MARÍA

Durante la semana del 3 al 13 nos venimos preparando para celebrar en la parroquia la Fiesta la Patrona.

Puedes escuchar el himno al Corazón de María, canto tradicional en la Congregación Claretiana, antes de entrar en la página.

 


Titular de nuestra Parroquia «Corazón de María», «Hijos del Inmaculado Corazón de María» (Claretianos), Fiesta del Corazón de María….

Nuestra Parroquia tiene como titular al INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, que este año lo celebraremos solemnemente en la Misa Concelebrada de las 8 de la tarde del sábado, 13 de Junio. Antes a las 7.30, Vísperas

 

Nos acompañará la coral parroquial y cerraremos con broche de oro la celebración cantando juntos el Himno al Corazón de María.

Durante las Eucaristías de la semana, (8-13) nos sensibilizaremos con textos, reflexiones y oraciones que nos preparen para la fiesta del sábado.

La fiesta la celebraremos el 13 de Junio

La fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra el sábado después de Corpus Christi.
La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es el día anterior (viernes). La Iglesia celebra las dos fiestas en días consecutivos.

San Juan Eudes en el siglo XVII difundió esta devoción.

San Antonio Mª Claret fue un gran propagador, llamado el gran Apóstol de María en el siglo XIX, Por eso quiso que su congregación se llamara «Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María.

En 1942, en plena II Guerra Mundial, el Papa Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María. El mismo Papa estableció en toda la Iglesia su fiesta el 4 de mayo de 1944, para obtener por medio de la intercesión de María «la paz entre las naciones, libertad para la Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes».

El Papa Juan Pablo II declaró que la conmemoración del Inmaculado Corazón de María como «obligatoria»


DÍA 1º

ORACIÓN FINAL

(Todos) Virgen María, Madre de la Iglesia, te encomendamos nuestra Comunidad Parroquial con sus inquietudes y problemas, con sus deseos y esperanzas.
Te la encomendamos, Madre, para que aumente el número de sus hijos y la firmeza de su fe. Protege y asiste a nuestros pastores en su misión apostólica. Acuérdate, sobre todo, de aquellos que viven en la tribulación. También encomendamos a tu Corazón Inmaculado a los hombres y mujeres del mundo; haz que todos puedan elevar a Dios un himno de alabanza y reconocimiento por las grandes maravillas obradas por tu medio, clemente, piadosa y dulce Virgen María.

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P.- Corazón de María, Madre de Jesús y Madre nuestra, acudimos a ti llenos de esperanza.

Y confiados te decimos: “dulce Corazón de María, sed la salvación mía” .

– Porque eres Madre de Dios y de los hombres, dulce….
– Porque eres Inmaculada y sin mancha de pecado, dulce ….
– Porque eres Asunta en cuerpo y alma al cielo, dulce ….
– Porque eres consuelo de los tristes y refugio de los pecadores, dulce…
– Porque eres abogada de los necesitados y aliento de los que esperan, dulce…
– Porque eres Madre de los creyentes y Reina del mundo, dulce ……
– Porque eres apoyo en los momentos de sufrimiento y dolor, dulce……
– Porque eres gozo en las horas de descanso y alegría, dulce….
– Porque eres amparo en la enfermedad y en la hora de la muerte, dulce…


DÍA 2º

PRECES————-

Dirijamos a Dios Padre nuestra oración confiada por mediación del Inmaculado Corazón de María, que intercede, sin cesar, por sus hijos necesitados.

P: Señor, Tú que nos diste a María por madre, …
T: concede por su mediación salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores y a todos la abundancia de salud y de paz.

P: Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor….
T: Y que todos perseveremos unánimes en el servicio a los demás y en la oración con María, la madre de Jesús.

P: Tú que hiciste de María la madre de la misericordia…
T: Haz que todos los que viven en peligro o tienen dificultades sientan su protección maternal.

P: Tú que encomendaste a María la misión de madre de familia en el hogar de Jesús y de José..
T: haz que por su intercesión las madres fomenten en sus hogares el amor y la unidad.

P: Tu que encomendaste a María el cuidado de Jesús para que le ayudará a crecer en edad, sabiduría y gracia…

T: Concede, por su intercesión, a nuestros catequistas luz, fortaleza y mucha fe para que transmitan con alegría, a los niños, el mensaje del reino del amor.

Padre, escucha nuestra oración que te dirigimos por medio de Jesucristo nuestro Señor.

CLARET————————

Dijo la Virgen a los pastorcitos de Fátima: «Jesús quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón».
Oigamos al P. Claret: «¿Habrá quien pregunte por qué veneramos al Corazón de María?

¿Se han meditado bien la excelencia de este Corazón y las perfecciones sobrehumanas y más que angélicas que lo adornan?

¡Oh, con qué alegría contempla el Señor al Corazón de María, al que ninguna mancha desfigura ni afea, en el que no existe defecto que pueda hacerle indigno y cuyas afecciones son todas celestes!

O por hablar con más propiedad, ¡con qué satisfacción no se contempla a Sí mismo en aquel espejo fiel en donde se hallan retratados todos los rasgos de su semejanza, borrados en el resto de los hombres!».

Y afirma San Bernardino de Siena que «para ensalzar los sentimientos del Corazón Virginal de María no bastan las lenguas de todos los hombres, ni aún las de los ángeles». ¡Tan digno y santo es!


DÍA 3º

ORACIÓN FINAL

(Todos)
Madre de nuestra comunidad parroquial
Señora del Corazón en alto,
déjanos contemplarte
como la mujer disponible
con el sí siempre a punto para Dios.

Déjanos reconocerte
como la mujer con el paso alerta,
atenta a las necesidades de los otros.

Déjanos verte así: desinstalada y pobre,
peregrina de la Palabra,
peregrina tras el mensaje.

Tú afrontaste las crisis de tu existencia,
con los ojos abiertos a los signos de Dios,
esperando siempre, y fiel a tu vocación.

Tú lo aceptaste todo
y lo diste todo generosamente,
sin condiciones,
en constante actitud de servicio al Reino.

Madre del sí siempre a punto,
Señora del corazón en alto,
enséñanos a entregarlo todo a Dios y a la humanidad.

Gracias por tu generosidad y por tus gestos.

Amén.


DÍA 4º

(Todos)
Virgen María,
Madre de Dios y Madre nuestra:
bendita eres entre todas las criaturas del Señor.

Te felicitamos como el resto de generaciones
porque Dios ha obrado cosas grandes por ti.

Bendita eres entre todas las mujeres, Madre,
por haber conservado la palabra de Dios en tu corazón,

por haber llevado en tus entrañas al Hijo de Dios,
por haber amado inmensamente a Cristo.

Bendita eres entre todos los que han creído
que lo dicho por el Señor llegará a cumplimiento,

porque te dejaste adornar por su Espíritu
ofreciéndote como morada que tiene a Dios en medio,
sagrario vivo que lleva a Cristo vivo,
casa de oro adornada por el Espíritu Santo.

Danos, Madre,
el sabernos hijos amados de Dios,
y el disponer nuestras vidas para servir al Señor
con sinceridad de corazón,

convirtiéndonos en criaturas nuevas del Dios,
imágenes de la presencia viva de Cristo entre los hombres,
moradas habitadas por el Espíritu.

Amén


DÍA 5º FIESTA DEL CORAZÓN DE JESÚS

ACORDAOS

Acordaos ¡oh Sagrado Corazón de Jesús! de todo lo que habéis hecho por salvarnos. Acordaos del eterno e inmenso amor que habéis tenido por todos los hombres; que tu Corazón acoja a los que a ti acuden y se conmueva ante nuestras debilidades.

Llenos de confianza y amor, venimos a tu Corazón, como el corazón del mejor de los padres, del más fiel y bueno de los amigos.

Recíbenos, ¡oh Corazón sagrado! en tu infinita ternura; haznos sentir los efectos de tu amor; se nuestro apoyo, nuestro mediador ante nuestro Padre, y concédenos la fuerza en nuestra debilidad, consuelo en nuestras penas, y la gracia de amarte en el tiempo y de poseerte en la eternidad.

Corazón de Jesús, acudo a Ti porque eres mi refugio, mi esperanza; el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición.

No te canses de mí y que no ceses de amarme, protegerme y ayudarme, yo sé que me amáis con un amor infinito.

Ten piedad de mí, según tu gran misericordia, y haz de mí, por mí, y en mí todo lo que quieras, porque yo me abandono a tu Corazón con la entera confianza de que no me abandonarás jamás.

Así sea.


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