Celebramos varias realidades: el AÑO NUEVO que llega cargado de buenos deseos, la festividad de Santa María MADRE DE DIOS, y la Jornada de Oración Mundial por la PAZ.
Recuerda que nuestro camino cristiano es un andar constante y, aunque avanzar supone un esfuerzo, hay que seguir dejando huellas. Cada día es una nueva oportunidad para el amor, para la sonrisa, para la esperanza.
San Pablo
Por Él somos «hijos del Amo»
Nadie puede hacerse amo nuestro ni siquiera con el pretexto de protegernos.
Jesús nos salva y nos hace hermanos, hijos de DIOS. Nos hace entrar a formar parte de la familia.
De fondo se oyen las palabras: Padre….. Hijo…..
Libro de los Números:
Estrenar el Año Nuevo deseando la bendición de Dios.
Jesucristo es la Bendición de Dios dada por Dios a la humanidad.
«En Él serán benditas todas las naciones»
» El Señor os bendiga y os proteja
ilumine su rostro sobre vosotros
y os conceda su favor.
El Señor se fije en vosotros
y os conceda la paz.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Por medio de María, Reina de la Paz, pedimos la bendición de Dios.
EN MARÍA, TU MADRE, BENDÍCENOS, SEÑOR.
1. Que la Iglesia, al venerar hoy a María como Madre de Dios, recuerde su deuda con la promoción y dignificación de la mujer. Oremos
2. Que así como María supo escuchar y guardar en su corazón el mensaje de los pastores, sepamos también nosotros escuchar con respeto y valorar los mensajes que nos vienen de los pobres de la tierra. Oremos.
3. Por todos los que sufren la falta de paz, para que Dios mueva el corazón de los que tienen poder para decidir la paz. Oremos.
4. Pidamos al Señor que en el nuevo año nos siga bendiciendo y protegiendo, se fije en nosotros y nos conceda la paz. Oremos
GESTO DE LA PAZ:
Dos de la comunidad, suben al altar y en forma de brindis, toman el pan y el vino, mientras un tercero dice:
-Por un año de paz y bendición como Dios quiere.
-Por Jesús, el gran regalo con que Dios Padre nos bendice.
-Por el amor compartido y repartido, la mejor medicina para los problemas que nos esperan.
-Por todos nosotros, para que a lo largo de este año mantengamos la mirada limpia, el corazón cálido y la moral alta.
Sacerdote: Démonos fraternalmente la paz.
ORACIÓN
EL ÁNGEL DE LOS NIÑOS
Cuenta una antigua leyenda que un niño, que estaba a punto de nacer, le dijo a Dios: Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?.
Entre muchos ángeles escogí uno para ti. El te está esperando y te cuidará.
Pero dime: aquí en el cielo soy feliz, no hago más que cantar y sonreír.
Tu ángel te cantará y sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
¿Y cómo entenderé lo que la gente me hable, si no conozco el idioma de los hombres?
Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.
¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.
He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?
Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.
Pero estaré siempre triste porque no te veré más, Señor.
Tu ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mí, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres, el niño presuroso repetía suavemente:
¡Dios mío, si ya me voy, dime su nombre! ¿Cómo se llama mi ángel?
Su nombre no importa… Tú le dirás MAMÁ…
Al año nuevo le pido lo posible y lo imposible, por si es un año sensible y cumple cada pedido. Para las cabezas pies, y para los pies más tino para sortear las piedras que encuentres en el camino.
Que la avaricia rompa el saco, que la modestia engrandezca y humildad para aceptar sólo aquello que merezcas.
Al año nuevo le pido que repare los detalles, que nos pille confesados, que la verdad no se calle; que triunfen los principios, que no maten los finales, que disfrutes del camino, que nos veamos en los bares.
Que haya un sueño cada noche y un motivo cada día, que se deje de recortes y sea bisiesto en alegrías, que las promesas se cumplan y que las medias verdades suenen tan disparatadas que no haya quien se las trague. Que a nadie le falta nada, que a nadie le sobre nadie.
“Salud, dinero y amor” como en aquella copla antigua; gente que venga de frente, que no sea oscura ni ambigua. Pastillas contra la apatía, la pereza y la indolencia; un puñado de consejos, cuarto y mitad de decencia.
Al año nuevo le pido menos odio, más cariño, y que al mirarte al espejo siempre sigas viendo un niño. Pido tiempo compartido, aguja e hilo para el roto; que se cumplan tus deseos, que no nos vendan más motos.
Bemoles para el cobarde, para el inseguro arrojo, perdón al arrepentido, afecto a prueba de sonrojos, delicadeza al fornido, al debilucho entereza, al imprudente cabeza, buen humor al amargado y al que dejaron de lado más coraje y fortaleza. Que donde otros ven obstáculos tú veas posibilidades, hay 365 nuevas oportunidades.
Al año nuevo le pido tener cerca a quienes quiero, que las cosas importantes no se compren con dinero, que enmudezcan los reproches, que las dudas se disipen, que las críticas, rumores y bulos no nos salpiquen. Para los sueños más alas, para las alas más cielos, para esos cielos más vuelos, vuelos a prueba de balas. Buenas al que anda de malas, pistas al que se ha perdido, para el desamor olvido, rebeldía al rock and roll y un amanecer radiante a quien ande anochecido.
Al año nuevo le pido lo que pido al periodista, al empresario, al artista, al político elegido, más alma, menos vestido, más arte, menos rumor, menos labia y más sudor, más fogata y menos humo, menos cáscara y más zumo…
VENGA, MARÍA, VENTE CONMIGO
Y desayunamos un café solidario, con rastros de dulzura y tostadas sin amargura.
Y paseamos sobre tus huellas que marcan pisadas de delicadeza.
Y nos vamos de compras, agarradicas del brazo y volvemos con un millón de bolsas cargadas de besos y abrazos, envueltos todos para regalo, cajitas de humildad y saquitos de caridad.
Y lo repartimos en la noche, donde las estrellas iluminan vidas oscuras, que sólo precisan de tu luz, para no seguir taciturnas.
Y dormimos en la esperanza de que mañana seremos mejores, con sueños de un jardín, repleto de flores que esparcen su bondad por el viento, pintando el corazón con alegres colores.