Con el lema ¡Capaz de vivir mi vida! los cristianos somos invitados este año reconocer el regalo de la vida, así como a transmitir una clara esperanza a los padres con dificultades para que sepan que no están solos.
ORACIÓN
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes,
a ti confiamos la causa de la vida:
mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar
con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.
Amén.
JUAN PABLO II, Evangelium vitae