CRISTO REY (B)

Que venga su reino de paz, justicia, amor; y que venga aquí, a la tierra.

 


Comentario-reflexiones

El Reino de Dios, del que se nos habla en el evangelio, no es el cielo; no está después de esta vida.  Cuando Jesús nos habla del Reino de Dios, nos está hablando de una realidad en la tierra y en la vida de cada uno.

Cuando Jesús reza el padre Nuestro, no le pide al Padre: “Llévanos a tu Reino del cielo;”. Al rezar pues nosotros, no le estamos pidiendo a Dios que nos lleve a su Reino, sino que esta tierra sea su Reino; que venga su reino de paz, justicia, amor; y que venga aquí, a la tierra.

Jesús no vino a salvar “almas” para el cielo; ni a apartarnos de esta tierra y preocuparnos sólo del cielo. Jesús amó profundamente la tierra y ama profundamente a las personas que viven en la tierra.

Su Reino no es para el más allá, para los que mueren, sino que es un reino para esta vida. Pero, también entenderíamos mal el Reino de Dios, si pensamos que se trata de mejorar únicamente la calidad de vida: comodidad, progreso material, bienestar económico…Esto es necesario y hay que luchar por conseguirlo para todos. Esto debe ser la base para que se de luego la fraternidad universal. Todo esto debe estar amasado en el amor. No basta con dar de comer; hay que hacerlo con amor y por amor. Porque la vida humana, aun con un nivel económico holgado, sin amor no vale nada,

La fe, sin amor, nos hace fanáticos.
La amabilidad, sin amor, nos hace hipócritas y falsos.
El bienestar, sin amor, nos hace egoístas y avariciosos.

Sólo el amor nos hace a todos personas humanas, que nos diferencia de los demás seres de la creación,…


SALUDO

En este mundo hay muchos reyes y dioses….. para los cristianos…..¿Quién es nuestro rey?… Jesús, el rey del amor…DIOS DEL AMOR… Pero no le ponemos una corona de rey, ni trono. Cuál es su corona? Cuál es su trono? En catequesis, en la misa….venimos a escucharlo, a hablar con él, tenerlo como amigo…

Hoy nos invita a ir haciendo, construyendo un mundo nuevo y maravilloso… el reino del Dios del amor… el cielo en la tierra.
Para eso nos necesita a todos, te necesita a ti….
Escuchamos un día más lo que nos dice Jesús…..


SÍMBOLO

 

(Ante el altar: Los cuatro reyes de la baraja, cuatro sedes, cuatro coronas y Cristo en medio)


PERDÓN

1. Porque a veces olvidamos que tú eres nuestro mejor amigo, ahora te decimos: Jesús, acuérdate de nosotros.
TODOS: JESÚS, ACUÉRDATE DE NOSOTROS

2. Porque a veces olvidamos que tú caminas siempre a nuestro lado, ahora te decimos: Jesús, acuérdate de nosotros.
TODOS: JESÚS, ACUÉRDATE DE NOSOTROS

3. Porque nos olvidamos algunos días de rezarte, ahora te decimos: Jesús, acuérdate de nosotros.
TODOS: JESÚS, ACUÉRDATE DE NOSOTROS


LECTURAS CICLO B


Primera Lectura

Lectura de la profecía de Daniel (7,13-14):

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.  Palabra de Dios


Salmo 92


Segunda Lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (1,5-8):

Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Mirad: El viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén.
Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.» Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Juan (18,33b-37)

CRONISTA: En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús:
PILATO:«¿Eres tú el rey de los judíos?»
CRONISTA: Jesús le contestó:
JESÚS: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
CRONISTA: Pilato replicó:
PILATO: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
CRONISTA: Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
CRONISTA: Pilato le dijo:
PILATO: «Conque, ¿tú eres rey?»
CRONISTA: Jesús le contestó:
JESÚS: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»  Palabra del Señor


PETICIONES

1. Por el Papa FRANCISCO, concédele Señor tu Luz y tu Sabiduría para que ilumine el camino de tu Iglesia. Roguemos al Señor

2.- Por todos los sacerdotes, religiosos, catequistas concédeles Señor tu paciencia y dulzura para que nos ayuden a ser más amigos tuyos cada día. Roguemos al Señor.

3.- Por nuestro planeta, concédele Señor tu Paz para que todos los hombres puedan trabajar y ser felices y desaparezca el odio entre los pueblos. Roguemos al Señor.

4.- Por los enfermos, los inmigrantes, por los que tienen hambre, los que están en la cárcel, concédeles Señor tu Esperanza para que encuentren en los cristianos ese consuelo y esa ayuda que necesitan. Roguemos al Señor

5.- Por todos los que estamos aquí reunidos, concédenos Señor la Alegría de compartir nuestro tiempo y nuestro esfuerzo para lograr hacer crecer la semilla de tu Reino en nuestro corazón. Roguemos al Señor.



FIDELIDAD.- YO SIGO A MI REY

Un poderoso sultán viajaba por el desierto, seguido de una larga caravana, que transportaba una pesada carga de riqueza en oro y objetos preciosos
A mitad de camino, cercado por el fuego de los arenales, un camello, extenuado, cayó no levantarse.

El arca que transportaba sobre sus espaldas, crujió y se deshizo dejando esparcidas las arenas joyas y brillantes.
El príncipe invitó a sus pajes y criados a guardarse lo que cada uno podía cargar sobre sí.

Mientras éstos se abalanzaban con avidez sobre el rico botín para buscar entre los granos de arena otros granos que brillaban un poco más, el príncipe siguió adelante su camino por el desierto.

De pronto, escuchó los pasos de alguien que caminaba a sus espaldas. Se volvió y advirtió que era uno de sus pajes que le seguía jadeante y sudoroso.
Y tú, le preguntó ¿no té quedas a recoger nada?

El joven respondió con sencillez
– Yo sigo a mi rey.


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