Primer Domingo: ESTAD VIGILANTES. Primer paso hacia la navidad.
ADVIENTO
Espera alegre y vigilante
Comenzamos un nuevo tiempo litúrgico, el de Adviento, con este Primer Domingo del B, en el cual será San Marcos quien nos narre a lo largo de todo un año la vida de Jesús de Nazaret.
Hay que vivir despiertos:
abrir bien los ojos del corazón; desear ardientemente que el mundo cambie; cambiar de manera de pensar y de actuar; vivir buscando y acogiendo el «Reino de Dios».
«Vivir despiertos»
significa no caer en el escepticismo y la indiferencia ante la marcha del mundo. No dejar que nuestro corazón se endurezca. No quedarnos sólo en quejas, críticas y condenas. Despertar activamente la esperanza.
«Vivir despiertos»
significa vivir de manera más lúcida. Atrevernos a ser diferentes. No dejar que se apague en nosotros el deseo de buscar el bien para todos.
«Vivir despiertos»
significa vivir con pasión la pequeña aventura de cada día. No desentendernos de quien nos necesita. Seguir haciendo esos «pequeños gestos» que, aparentemente, no sirven para nada, pero sostienen la esperanza de las personas y hacen la vida un poco más amable.
«Vivir despiertos»
significa despertar nuestra fe. Buscarle a Dios en la vida y desde la vida. Intuirlo muy cerca de cada persona. Descubrirlo atrayéndonos a todos hacia la felicidad. Vivir, atentos al proyecto de Dios.
José A. Pagola
PARA LA EUCARISTÍA CON LA FAMILIA
MONICIÓN DE ENTRADA
Amigos, ¡BIENVENIDOS A ESTA MISA!
Comenzamos hoy el Adviento. Este tiempo nos va a llevar a la Navidad. Vamos a preparar nuestras vidas y nuestros corazones, nuestra parroquia y nuestras familias, a la llegada del Señor.
Sí, amigos; tenemos que vigilar para que, el Nacimiento de Jesús en Belén, sea para nosotros la mejor noticia y la gran celebración de los próximos días.
Recordamos también que hermanos nuestros siguen viviendo en la calle, sin domicilio propio, sin cariño, sin formación, sin trabajo.
Por ellos ofrecemos hoy esta eucaristía.
Sale el sacerdote en silencio le acompañan los que llevan la vela del adviento y algunos símbolos del adviento.
PETICIONES DE PERDÓN
3.1. Pidamos perdón por las veces que mentimos, hablamos mal de otros o no hacemos caso a los papás. SEÑOR, TEN PIEDAD
3.2. Perdón Jesús porque nos olvidamos de rezarte. CRISTO, TEN PIEDAD
3.3. Pedimos perdón porque a veces vamos tristes a catequesis. SEÑOR, TEN PIEDAD
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (63,16b-17.19b;64,2b-7):
Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. Palabra de Dios
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,3-9):
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel! Palabra de Dios
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!» Palabra del Señor
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia. Para que sea una SIRENA que nos despierte y nos ayude a celebrar como Dios manda la próxima Navidad. Roguemos al Señor.
2. Por los que han dejado que su fe se duerma; por aquellos que viven como si Dios no existiera. Para que comprendan que, sin Dios, el mundo no es mejor ni más bueno. Roguemos al Señor.
3. Por las familias que están sufriendo con más fuerza la crisis económica y la falta de trabajo. Roguemos al Señor.
4. Por los niños y niñas que no tienen familia, para que también sientan que Jesús viene a sus vidas. Roguemos al Señor.
5. Finalmente pidamos al Señor por nuestra parroquia, por nuestros sacerdotes, por nuestros catequistas, por las familias de nuestros barrios. Para que nos animemos unos a otros a estar vigilantes y así Dios pueda nacer en nuestros corazones. Roguemos al Señor.