LA HISTORIA DE LAS DIEZ DONCELLAS
es la historia de toda la humanidad. En el tiempo de Jesús, lo habitual era que la boda se celebrara en la casa del novio. Éste acudía a la casa de la novia para recogerla y llevarla a su propia casa.
En esta ceremonia el novio era recibido por muchachas que acompañaban a los novios desde la casa paterna de la novia a su futuro hogar. Como este recorrido tenía lugar de noche, se preparaba un cortejo con lámparas de aceite. Unas jóvenes hacen posible este cortejo.
Según la costumbre del tiempo y la hospitalidad oriental, era impensable que nadie quedara fuera de la celebración, en la que participaba toda la comunidad.
Para ver con los pequeños:
LA HISTORIA DE HOY
Un grupo de turistas iba a emprender una excursión por las montañas. La carretera era estrecha y llena de curvas peligrosas.
El conductor estaba nervioso, era la primera vez que hacía ese recorrido. Antes de comenzar la excursión se plantó delante del autobús y dijo sus oraciones.
Apenas recorridos unos kilómetros, el motor comenzó a calentarse. No había agua en el radiador. Eso tenía fácil arreglo. Pero faltando muchos kilómetros para la meta, el autobús se paró. No había gasolina en el tanque. Se quedó vacío. Los turistas tuvieron que esperar largas horas antes de ser auxiliados.
El conductor había orado antes de salir pero no había echado agua al radiador y no había llenado el tanque de gasolina.
PARA LA MISA DE CATEQUESIS Y FAMILIAS
SALUDO
Buenos días a todos y bienvenidos a esta celebración. Hoy Jesús nos invita a todos a estar vigilantes, atentos, en guardia.
Tenemos que tener la lámpara de nuestra vida encendida y con muchas reservas de amor, sólo así estaremos bien preparados para acoger a Dios cuando venga.
Sería una lástima que Jesús nos invitara a ser sus amigos en cualquier momento y nosotros no le hiciéramos ningún caso.
Porque a veces nos despistamos y dejamos de estar vigilantes o en guardia, nos vamos a presentar a Jesús y le pedimos perdón… en silencio…
PERDÓN:
1. Por las veces que estamos despistados y bajamos la guardia. Señor, ten piedad.
2. Por las veces que no escuchamos la Palabra de Dios con atención. Cristo, ten piedad.
3. Por las veces que nos avergonzamos de ser amigos de Jesús, ante nuestros compañeros de colegio o ante nuestros familiares y amigos…Señor, ten piedad.
Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (6,12-16):
La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento.
Palabra de Dios
Salmo
Segunda lectura
No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.
Palabra de Dios
Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!» Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas:
«Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.» Pero las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.» Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor
PETICIONES:
1. Por todos los cristianos para que estemos atentos y vigilantes a las invitaciones de Jesús a ser sus amigos. Roguemos al Señor.
2. Por todos los que no quieren aceptar la invitación de Jesús a participar de la Eucaristía y se avergüenzan de ser sus amigos. Roguemos al Señor.
3. Por los niños y mayores a los que la guerra, el dolor, el hambre no les permite acercarse a Jesús porque no encuentran consuelo a su desgracia. Roguemos al Señor
4. Por todos los que estamos aquí reunidos para que nos comprometamos a vivir siempre atentos y vigilantes a lo que Jesús nos diga. Roguemos al Señor