ORAR SIN DESANIMARSE
La oración: tema central de las lecturas de hoy.
Josué –Moisés/ Marta-María. Acción-oración.
Jesús no nos habla del juez, nos habla de la viuda.
Jesús: para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar sin desanimarse. La oración de la que habla Jesús es mucho más que actos puntuales para conseguir cosas “útiles”
San Lucas: para explicar a su comunidad cristiana cómo tenían que orar con perseverancia para aceptar los designios de Dios, comprender sus silencios, respetar sus ritmos y creer en su amor.
QUÉ ES ORAR?
–Bernanos: ¡Cómo cambian mis ideas cuando rezo!
–San Agustín: El hombre no ora para orientar a Dios, sino para orientarse a sí mismo.
–Kierkegaard: El que reza ha de seguir rezando hasta ser él mismo el que escucha lo que Dios quiere.
¿PARA QUÉ SIRVE ORAR?
La oración no actúa como una varita mágica ni es una actividad cuantificable. ¿Para qué nos sirven tantas experiencias vitales que recorren nuestra vida y la dan sentido? Cuantificarlas o buscarlas una utilidad sería destruirlas.
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA
SALUDO
Bienvenidos a la Eucaristía del domingo: La Palabra de Dios nos invita hoy a orar sin desanimarnos. Saber rezar con insistencia. La oración, ha de ser hecha con perseverancia y sin desfallecer, confiados en el amor de Dios nuestro Padre.
El texto del evangelio de hoy nos anima a confiar mucho en Dios: Él siempre escucha. Que esta celebración sea para nosotros oración profunda y sincera. Unimos nuestras voces para orar y cantar.
Un signo para la celebración: ORACIÓN
SALUDO 2
NIÑO: Papá, mamá: ¿Qué es la oración?
MAMÁ: Orar es hablar con Dios Padre-Madre, como se habla con un amigo.
NIÑO: Yo quiero aprender, ¿Me enseñas a rezar?
MAMÁ: ¡Sí! Te enseño. Pero a rezar se aprende rezando…Puedes rezar con tus propias palabras, puedes rezar con las oraciones aprendidas: con el Padrenuestro, el Avemaría…
NIÑO: Tengo una pregunta…A mí me gusta mucho cantar… ¿Cantando también se puede rezar?
MADRE: ¡Sí, sí! Hay muchas formas de oración. Además, el que canta reza dos veces.
-Hijo mío, un último consejo: reza, reza todos los días. Reza siempre. Hoy Jesús nos lo va a decir en el Evangelio. La oración nos lleva a parecernos a Él.
Con actitud orante, comenzamos la Eucaristía. (Beatriz)
PERDÓN
1. No sé qué es eso de rezar, SEÑOR TEN PIEDAD.
2. Tú apareces en mi vida en un segundo plano. CRISTO TEN PIEDAD.
3. Sólo creo lo que veo. SEÑOR TEN PIEDAD.
ORACIÓN DE LOS FIELES1
Confiados en Cristo, nuestro Salvador y Maestro, presentemos nuestras peticiones a Dios, nuestro Padre. Respondemos: ¡SEÑOR, ESCÚCHANOS!
1. Por la Iglesia, por todos los cristianos: Para que vivamos intensamente nuestra fe en Jesús, y sintamos la alegría de seguirle. Oremos.
2. Por los gobernantes de las naciones y pueblos: Para que permitan a los ciudadanos la libertad de culto y oración. Oremos:
3. Por los que, en todos los rincones de la tierra, trabajan para hacer un mundo más justo. Oremos.
4. Por cuantos sufren por cualquier causa, por los que se sienten solos o desanimados: Para que la fuerza de nuestra oración y la cercanía de nuestra caridad les dé consuelo y valor. Oremos.
5. Por los catequistas, animadores de grupos de fe, padres cristianos, para que vivan su tarea como una vocación. Oremos.
6. Por niños y niñas que quieren prepararse en catequesis para recibir la comunión que sepan vivir dando un buen ejemplo como cristianos. Oremos.
PETICIONES 2
- Dios de la Vida te pedimos por la Iglesia, para que sea “tierra de caridad”, casa de acogida y hospitalidad.
- Dios Padre-Madre, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
- Padre nuestro, inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
- Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta Tierra que tanto valen a tus ojos.
- Padre Bueno, no permitas que ninguno de nosotros pierda el tesoro de la fe. Enséñanos el valor de la oración.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?». Palabra del Señor
LA SILLA VACÍA
Un anciano cayó gravemente enfermo y el párroco fue a visitarlo. Cuando entró en la habitación del enfermo el sacerdote vio una silla vacía junto al enfermo. Entonces le preguntó qué hacía aquella silla vacía junto a él. El enfermo sólo le dirigió una sonrisa y le dijo de forma pausada:
— Pienso que en esa silla está sentado Jesús. Antes me era muy difícil rezar, hasta que comprendí que la oración consiste en hablar con Jesús. Ahora me imagino que Jesús está sentado en la silla junto a mí, así le hablo y le escucho.
Pasados unos días se presentó en la parroquia la hija de aquel anciano para comunicar al párroco que su padre había fallecido. Lo había encontrado con la cabeza apoyada en aquella silla vacía que siempre tenía junto a su cama.