PONEOS EN CAMINO
Jesús sigue camino de Jerusalén. En el evangelio de hoy vamos a escuchar como Jesús envió a los 72 discípulos con esta misión: “Id y decid a la gente: Está cerca de vosotros el reino de Dios”.
El Señor nos pide que llevemos su ejemplo de vida en nuestros juegos, en nuestro trabajo, en nuestro tiempo de vacaciones; a los amigos, a las familias; nos pide que vivamos el don del amor en todos los ambientes y rincones donde nos movemos.
Este domingo catorce del tiempo ordinario, pone el acento en dos aspectos fundamentales de la misión que Jesús nos encarga: anunciar el Reino y anunciar la paz.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-12.17-20):
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:
“El reino de Dios ha llegado a vosotros”.
Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.
Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».
Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:
«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».
Él les dijo:
«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».Palabra del Señor
Evangelio de Lucas, Jesús va
-camino hacia Jerusalén, Necesidad de muchos obreros para recoger la mies.
-De dos en dos para que el testimonio tenga valor jurídico según la ley judía
-son setenta y dos, un número que evoca la traducción de los Setenta en Génesis 10, en donde aparecen setenta y dos naciones paganas.
CONDICIONES:
sin alforjas ni provisiones,
sin detenerse a saludar durante el camino,
sin forzar a nadie para que los escuchen,
deber anunciar la proximidad del Reino.
Cuando los discípulos regresan de la misión están llenos de alegría.
Hay una expresión que merece un poco de atención: Hasta los demonios se nos someten en tu nombre.
JESÚS MANIFIESTA SU ALEGRÍA:
exhorta a sus discípulos a no vanagloriarse por las cosas de este mundo.
Lo importante es tener el nombre inscrito en el cielo.
HAY OTRO MOTIVO DE ALEGRÍA
Sus discípulos son una muestra de que el Reino se revela a los sencillos y humildes.
PETICIONES
1. Te pedimos por tu Iglesia, para que sea reveladora de tu voluntad y acoja a los sencillos y humildes como portadores de tu palabra para el mundo de hoy. R/ Te rogamos, óyenos.
2. Por los gobiernos de las naciones, especialmente por las personas que rigen los destinos de nuestro país, para que con justicia administren bien los bienes del estado y lleven desarrollo y bienestar a cada habitante. Oremos.
3. Por todos los aquí reunidos, para que seamos capaces de comunicar el amor de Dios, Padre-Madre, a todos nuestros hermanos. R/ Te rogamos, óyenos.
4. Te pedimos que envíes evangelizadores comprometidos con el evangelio, que sepan irradiar con sus vidas el amor que han recibido del Señor. R/ Te rogamos, óyenos.
VER EL EVANGELIO
¿Has oído alguna vez el mensaje del evangelio?
– le preguntó un misionero a uno que visitaba la misión por primera vez.
No – fue su respuesta-, pero he visto el evangelio. Conozco a un hombre que era el terror del pueblo. Era esclavo del opio, y más peligroso que una bestia feroz.
Pero cambió totalmente. Ahora es bondadoso y suave en el trato, y ha dejado de fumar opio.