DOMINGO VII (A)

Jesús no está imponiendo una ley universal. Está invitando a sus seguidores a parecernos a Dios para ir haciendo desaparecer el odio y la enemistad entre sus hijos.
Por él, aprendemos a no alimentar el odio contra nadie, a superar el resentimiento, a hacer el bien a todos.
Es posible amar al enemigo?


El término ley del talión (latín: lex talionis) se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. De esta manera, no sólo se habla de una pena equivalente, sino de una pena idéntica. La expresión más famosa de la ley del talión es «ojo por ojo, diente por diente».

Talión no era su nombre original sino el que le otorgaron los romanos. Al citarla decían que se debe castigar al delincuente en la misma medida del daño que ha causado: “Tal cual” en latín: talis cualis. De ahí deriva el nombre de talión.
• En el famoso Código de Hammurabi (1792 a. C.), el principio de reciprocidad exacta se utiliza con gran claridad.

Por ejemplo:

¿La Ley 229 establecía que si un arquitecto construía una casa para otro, no la había hecho sólida, y si la casa construida se derrumbaba matando al propietario de la misma, el arquitecto sería muerto; dicho concepto se acentúa cuando se señala que (Ley. 230) si la casa se había derrumbado matando al hijo del propietario de la casa, se mataría al hijo del arquitecto.

Un siguiente nivel de penas consistía en la mutilación de una parte del cuerpo en proporción al daño causado. Por ejemplo la Ley 195 establecía que si un hijo había golpeado al padre, se le cortarían las manos; la 196 sostenía que si un hombre libre vaciaba el ojo de un hijo de otro hombre libre, se vaciaría su ojo en retorno; la Ley 197 ratificaba que si quebraba un hueso de un hombre, se quebraría el hueso del agresor.

Las penas menores consistían en la reparación del daño devolviendo materias primas tales como plata, trigo, vino, etc. En los casos en que no existía daño físico, se buscaba una forma de compensación física, de modo tal, por ejemplo, que al autor de un robo se le cortaba la mano.

• En el Antiguo Testamento, más concretamente en la ley mosaica, la ley del talión aparece en Éxodo 21:23-25, en Levítico 24:18-20 y en Deuteronomio 19:21. Este principio seguirá vigente para el judaísmo hasta la época talmúdica donde los rabinos del momento determinaron que la pena se transformaría en un resarcimiento económico.

También el cristianismo lo deja sin efecto a raíz del Sermón del monte de Jesús de Nazaret (Mateo 5:38-39).


PAUTAS PARA LA MISA FAMILIAR


MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días amigos, y bienvenidos todos a esta celebración.
Hoy Jesús nos recuerda el significado del verdadero amor. Hoy vamos a conocer la grandeza del amor que Dios siente por nosotros y que todos los cristianos debemos aprender a sentir por nuestro prójimo; por nuestros hermanos, papás y amigos, pero también por el que sufre, también por ese amigo con el que nos hemos peleado o por ese otro que no nos ha tratado demasiado bien…

Amor hacia todas las personas sin distinción.
Hoy el Señor quiere contarnos que el mayor mérito del amor, es aprender a amar incluso a quien no nos ama.

MONICIÓN DE ENTRADA 2

Jesús quiere que el amor sea el distintivo de los cristianos. Somos hijos de Dios y queremos parecernos a Él amando a todos.  En este 7º domingo del tiempo ordinario, Jesús nos pide que vivamos nuestra vocación de amar a todos, también a los que nos caen mal y de rezar incluso por los que nos persiguen.  


PETICIONES DE PERDÓN

1. Por las veces que nos enfadamos y no sabemos perdonar a quien nos hace daño. ¡Señor, ten piedad!
2.- Por las veces que no sabemos corresponder a tu amor hacia nosotros. ¡Cristo, ten piedad!
3.- Porque no siempre sabemos amar a los demás como tú nos enseñaste. ¡Señor, ten piedad!


Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,38-48):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
Palabra de Dios



CUENTO PARA LA OCASIÓN

Un día el pequeño Héctor se acercó a su madre, que preparaba la cena en la cocina, y le entregó una hoja de papel en la que había escrito algo. Sorprendida, ella leyó atentamente lo que decía la nota:

» – Por cortar el césped: 5 euros.
Por limpiar mi cuarto esta semana: 1 euro.
Por poner la mesa para cenar: 1 euro.
Por cuidar a mi hermanito cuando vas de compras: 2 euros.
Por sacar la basura: 1 euro.
Por sacar buenas notas en el cole: 5 euros.
Por limpiar y barrer el patio: 2 euros.
TOTAL DEUDA: 17 EUROS»

Héctor aguardaba ansioso a que su madre terminara de leer la nota, esperaba una respuesta y, por qué no, que le diera sus 17 euros. Ella, sonriendo y sin quitar la mirada de su hijo, cogió un lapicero y en el dorso de la misma hoja escribió:
» – Por llevarte nueve meses en mi vientre: NADA.
Por tantas noches de desvelos: NADA.
Por los problemas y el llanto que me hayas causado: NADA.
Por el miedo y las preocupaciones que me esperan: NADA.
Por tus comidas, tu ropa y tus juguetes: NADA.
Por cuidarte cuando estás malito: NADA.

TOTAL POR MI AMOR: NADA»

Cuando Héctor terminó de leer lo que había escrito su madre, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miró a los ojos y le dijo: «Te quiero mucho mami». Acto seguido, cogió su lapicero y escribió con letra muy grande:
DEUDA TOTALMENTE PAGADA.


PETICIONES

1. Para que aprendamos la lección que nos da Jesús sobre cómo nos debemos comportar. Roguemos al Señor.
2. Para que la Iglesia sepa escuchar la llamada de quienes más la necesitan. Roguemos al Señor
3.-Para que llevemos siempre la paz a nuestra casa, a nuestro colegio, a los amigos. Roguemos al Señor.
4.- Por las personas que ponen su tiempo y cariño a disposición de los más olvidados; los marginados, los ancianos, enfermos, los maltratados… Para que el Amor de Dios les de fuerzas en los momentos más difíciles. Roguemos al Señor.
5.- Por los niños y niñas de nuestra ciudad y de todos los pueblos y ciudades del mundo para que aprendan a amar al prójimo a pesar de sus errores, como Jesús nos ama a pesar de los nuestros. Roguemos al Señor.

PETICIONES 2

1.-Para que la Iglesia tenga un corazón grande como es el corazón de Jesús. Roguemos al Señor.
2.-Para que la paz y la reconciliación reinen en las familias y entre los vecinos. Roguemos al Señor.
3.-Para que nuestra parroquia testimonie la bondad de Dios que no se cansa de querer a buenos y malos, amigos y enemigos. Roguemos al Señor.
4.-Para que todos nosotros seamos personas de paz, superando siempre los rencores, los odios y las venganzas.  Roguemos al Señor.
5.-Para que miremos a todos no como amigos o enemigos sino como hijos de Dios y hermanos nuestros. Roguemos al Señor.




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